Sin ética personal no hay ética empresarial
Antoni Garrell apela la ética personal para alcanzar la ética profesional y empresarial. «Actuar éticamente conlleva en primer lugar ser coherente. Coherentes en las actuaciones propias, profesionales o como ciudadano, y en las colectivas que se encuadran en el despliegue empresarial. Actuar desde la coherencia implica desarrollar de acuerdo a los valores que tiñen el comportamiento, es entonces cuando se puede hablar de ética profesional y empresarial, ni antes ni después «.